SANDY es una cachorrona de mastin de un año, que fue dejada por su familia en una perrera.

Los que conocemos a SANDY no podemos entender cómo alguien podría querer separarse de ella. SANDY es buenísima: buena con perros, buena con personas, no tira de la correa y solo busca caricias. SANDY es una perra noble y obediente que esperaba tener una oportunidad de ser adoptada por una familia de verdad, una familia para siempre.

Ahora tiene esa familia. Una familia con tres niños con los que SANDY conectó desde el primer minuto y que, estamos seguros, serán sus mejores compañeros de juegos.

¡Sé feliz preciosa SANDY!

Gracias, Geraldine, por no dudar que la querías como un miembro más de tu familia.

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