A estas alturas de la crisis del COVID 19 y aunque al comienzo hubo cierta confusión al respecto, ya parece quedar claro que las mascotas no

trasmiten el COVID 19, que, a pesar de sufrir infecciones por coronavirus, se trata de cepas específicas y diferentes de las que afectan a los humanos.

Así ha sentenciado la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, en respuesta a preguntas concretas, como si pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal, afirma que a pesar de que los coronavirus son una extensa familia de virus comunes entre los murciélagos y otros animales, “En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. De hecho, todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19”. Respecto a un posible contagio a través de las mascotas, la organización aclara que “Aunque ha habido un caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, un gato o cualquier mascota pueda transmitir la COVID-19, siendo la vía de propagación de este, las gotículas producidas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar”.

Buenas prácticas a tener en cuenta

Aun así, la guía para propietarios que ha difundido el Consejo General de Colegios Veterinarios de España propone en caso de tener síntomas de la enfermedad o estar sometido a cuarentena, evitar el contacto directo con nuestras mascotas u otros animales, y procurar que una persona sana cuide mientras tanto de ella. Además, en caso de personas a las que se haya diagnosticado la enfermedad y tengan aun así que cuidar personalmente de una mascota se les aconseja usar una mascarilla y lavarse bien las manos antes y después del contacto con la misma. Finalmente, si nuestro animal ha tenido contacto con una persona que tenga el COVID -19, se hace necesario avisad a nuestro veterinario antes de llevar el animal a la clínica ya que deberá ser atendido fuera del horario habitual y solo con cita previa.  

La misma guía hace hincapié en que solo una persona de la unidad familiar se encargue de llevar la mascota al veterinario, también incide en evitar las aglomeraciones en la sala de espera de la consulta o a la entrada a la clínica y finalmente aconseja medidas de higiene para poner en práctica por el propio veterinario en el ejercicio de la práctica clínica: lavado de manos con geles desinfectantes hidroalcohólicos antes y después de cada consulta o contacto con animales y clientes , y , por supuesto, evitar tocarse la cara, ojos, nariz y boca.r en cuenta por parte de los propietarios de perros, concretamente, contemplan evitar pasear a los animales en las horas de mayor afluencia, realizar paseos cortos, solo para cubrir las necesidades fisiológicas del animal, y no entrar en contacto con otros perros.

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