¿Cuántas veces debemos sacar a pasear al perro cada día? La pregunta no es fácil de contestar porque cada animal tiene sus características, sus necesidades… la variabilidad es muy grande para indicar una cifra. Aunque la respuesta más acertada sería: entre las necesarias y las posibles.

¿Cómo es nuestro perro? Cachorro, joven adulto, anciano, sano, fuerte, nervioso, activo, grande pequeño, tranquilo… podíamos seguir varias líneas más. También deberemos responder ¿para qué sacamos al perro? No todos los paseos han de ser iguales. Las circunstancias y las limitaciones siempre están presentes. Puede ser un paseo rápido para hacer sus necesidades y desentumecer los músculos. Entre cinco y diez minutos. ¿poco tiempo? Pues resulta que ese día llovía a cantaros y que, por motivos laborales, solo disponía de 15 minutos para el paseo. ¿cuántas veces no ha pasado esto o algo parecido? Efectivamente es un paseo muy corto,

En otras ocasiones tenemos previsto reunirnos con otros amigos, humanos y caninos, para socializar. Son días especiales, con periodos mucho más largos (varias horas, una mañana o tarde) en el campo, en parques o jardines con amplias zonas caninas que nos permitirán dejar sueltos a los perros para que exploren, se relaciones con otros perros y personas y socialicen. Esta actividad es fundamental, especialmente para cachorros. Una buena socialización es muy importante y nos podrá evitar muchos problemas futuros de comportamiento de nuestro animal. 

Por el contrario, si queremos aprovechar el paseo para educar a nuestro perro con las normas básicas de obediencia y convivencia, será más adecuado que el paseo lo realicemos solos en algún sitio donde podamos estar tranquilos y el perro pueda centrarse en aprender, eso sí, preferiblemente jugando. La duración entre 30 y 60 minutos puede ser adecuada. Siempre en positivo. En cachorros y jóvenes es imprescindible este tipo de paseos. Lo ideal es alternarlos con los paseos de socialización.

Flexibilidad y compensación. Ya hemos visto que las necesidades de paseos son tan variadas como los perros. Cada perro es único por lo que no podemos pensar en una rutina estandarizada para todos los perros. La rutina no implica necesariamente monotonía. Lo importante es pasear todos los días dos o tres veces, con duraciones variables, según el objetivo del paseo. Y que, a lo largo de los paseos nuestros perros puedan realizar ejercicio físico, desarrollar sus instintos, ejercitar sus sentidos, satisfacer su curiosidad, relacionarse con otros perros y con otras personas, contener sus impulsos, etc.

En nuestro próximo post, prepararemos el paseo.

Quieres leer el anterior post: Pasear al perro. Mucho más que caminar... Una necesidad, una obligación, una aventura, una relación viva.

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